Hago lo posible de escribir, lo más sincero desde mi alma. Describo en lo más hondo de mis sueños y lo más breve y transparente para que mi familia, amigos y conocidos, lean y relean lo que tengo en el alma de todas nuestras vivencias… lo que compartimos en esta tierra llena de esperanzas y verdades. Ahora mismo es difícil desprenderme de su pensamiento, de ese agudo sentir por las acciones del hombre en este planeta que conoció, donde aún lo veo a cada paso, en este preciso amanecer yaracuyano.
Confieso que Rafael Zárraga, deja en mí las profundidades que lleva un ser en su largo o corto viaje de vivir. Hombre que impregna de espíritu creativo su paso por esta humanidad que nos acompaña. A un año de su ida eterna… sigo asombrado de su existencia, aún contemplo su andar por esta zona, por este espacio humano que nos dio el cosmos. Aquí estoy presente para sembrar un árbol en su honor.
No quisiera ser lírico al referirme a un creador, lleno de virtudes y sabias salidas ante el enigma de vivir; pero ser menos personal para referirme a quien considero el auténtico hermano de mi ser… es decir no he madurado mi asombro ante la ausencia de quien amo más allá de lo familiar y de lo sublime que se hace indecible: la ida eterna de una figura especial ante mis sentidos. Pospongo la palabra escrita, objetivamente para hablar de un poeta de carne y hueso.
He dicho que pospongo mi palabra, sentida y accionada en dirección a un escritor que experimentó el arte en función de la verdad, de lo justo y la amplitud frente a un historia humana. Podría decir, era un hermano, lleno de vitalidad, profundo, humorista y cantor de diferentes temas expresado en la narrativa y en la poesía. Solía decirme, que pisaba tierra, realista y claro en lo social.
Poeta Manuel Barreto |
Siento que escribir sobre R.Z. es hacerle honor a la existencia humana. La alegría de hacer lo que nos dicta el corazón, los sentires por alguien que nos mira de lejos, tal vez más cercano de lo que creemos. Siento que escribir sobre R.Z. es sentir de verdad lo mucho que uno siente por quien cuidaba de la naturaleza humana. Yo diría que un gesto, un cuento de R.Z. es la esencia de leer y oír su viaje por este misterio que es la vida.
El enigma está en vivir sanamente y amar la virtud de un poeta que dijo: “nos vemos en la última esquina de la tarde.”
La Enferma
Llegué diciéndole a Mama vieja que María Costero me había dado un pedazo de plátano asado y estaba bien sabroso, pero se puso bravísima porque la gente decía que estaba tísica. “Por qué andai e garuso, recibiendo en la calle lo que te dan pa comé? ¡Uno debe sé escrupuloso! Toiticos esos costero tán picaos. ¿No vei como andan de estecaos? ¡Lavate bastante con jabón! ¡Y que no sepa yo que andai por ai e lambucio! ¡Hasta soi capaz e recibile comía a esa llagosa que llaman madama foquifoqui!” dijo. Y se puso a fregarme las manos y la boca.
(Revista Hogueraverbal, Año 1, Nº1. Junio-2009)
Bello esta reflexión denota un amor puro por alguien realmente especial que pincelo tu existir dejando hermosas huellas que te llenan de candor y de esperanzas, de alegrías por haber tenido la fortuna de haberlo conocido y el hecho de haber compartido sus vivencias, escritos, pensares. Te felicito querido amigo eres un manantial de amor reflejado en tus escritos.
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